La lírica culta expresa los sentimientos del autor a través de la escritura y utilizando una métrica y un lenguaje más elaborados que los de la lírica popular.
De entre los tipos de poemas de la lírica culta hoy vamos a estudiar tres:
La égloga: Se trata de un poema de tema amoroso cuyos protagonistas suelen ser pastores. Se enmarca en plena naturaleza.
Uno de los autores que escribieron églogas en la historia de la literatura española es Garcilaso de la Vega. Este autor renacentista nos dejó fragmentos como este:
Con tanta mansedumbre el cristalino | ||||||
Tajo en aquella parte caminaba | ||||||
que pudieran los ojos el camino | ||||||
determinar apenas que llevaba. | ||||||
Peinando sus cabellos d'oro fino, | ||||||
una ninfa del agua do moraba | ||||||
la cabeza sacó y el prado ameno | ||||||
vido de flores y de sombras lleno. | ||||||
Movióla el sitio umbroso, el manso viento, | ||||||
el suave olor d'aquel florido suelo; | ||||||
las aves en el fresco apartamiento | ||||||
vio descansar del trabajoso vuelo; | ||||||
secaba entonces el terreno aliento | ||||||
el sol, subido en la mitad del cielo; | ||||||
en el silencio solo se 'scuchaba | ||||||
un susurro de abejas que sonaba. |
La elegía: Su contenido expresa el dolor por la pérdida de un ser querido.
Una de las elegías más conocidas en nuestra lengua la escribió Miguel Hernández después de perder a su amigo Ramón Sijé.
El soneto. Se trata de un poema lírico menor, más breve que los anteriores. Los sonetos pueden tratar temas muy variados y siempre tienen la misma estructura métrica: 14 versos organizados en dos cuartetos y dos tercetos.
Muchos de los autores principales de la historia de la literatura española escribieron sonetos, especialmente en el siglo de Oro.
El siguiente es de Garcilaso de la Vega.
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena;
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
También Lope de Vega nos explicó su concepto del amor en forma de soneto.
Desmayarse, atreverse, estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
áspero, tierno, liberal, esquivo,
alentado, mortal, difunto, vivo,
leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo,
enojado, valiente, fugitivo,
satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro desengaño,
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
beber veneno por licor süave,
olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en
un infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
dar la vida y el alma a un desengaño;
esto es amor, quien lo probó lo sabe.
En el siglo XX, los escritores modernistas revitalizaron el soneto e introdujeron en él algunas novedades métricas. Rubén Darío escribió este soneto en versos alejandrinos.
En invernales horas, mirad a Carolina.
Medio apelotonada, descansa en el sillón,
Envuelta con su abrigo de marta cibelina
Y no lejos del fuego que brilla en el salón.
El fino angora blanco junto a ella se reclina,
Rozando con su hocico la falda de Alençón,
No lejos de las jarras de porcelana china
Que medio oculta un biombo de seda del Japón.
Con sus sutiles filtros la invade un dulce sueño;
Entro, sin hacer ruido; dejo mi abrigo gris;
Voy a besar su rostro, rosado y halagüeño
Como una rosa roja que fuera flor de lis.
Abre los ojos, mírame, con su mirar risueño,
Y en tanto cae la nieve del cielo de París.